CONMEMORACIÓN 50 AÑOS

HOGAR LUTERANO (1967-2017)



CONCIERTO DE ÓRGANO, Luis González C.

Jueves, 11 de Mayo, 20:00 hrs.

Lugar: Iglesia Luterana, Arauco 380, Valdivia.

Con motivo de: la conmemoración de los "50 años del Hogar Luterano".

 

PROGRAMA DEL CONCIERTO:

 

     -  Jan Pieterzoon Sweelinck (1562-1621) "Echo-Fantasie".
     -  Dietrich Buxtehude (1637-1707) "Ciaconna" en Do menor.
     -  Johann Pachebel (1653-1706) "Canon" en Re mayor.
     -  Johann Christian Heinrich Rinck (1770- 1846) "Flöten-Konzert".
     -  Felix Mendelssohn Bartholdy (1809-1847) Sonata 6, opus 65 “Vater unser“.
     -  Johannes Brahms (1833-1897) “O Welt, ich muss dich lassen“, #3 y 11 Op122.
     -  Joseph Gabriel Rheinberger (1839-1901) "Cantilena".
     -  Johann Sebastian Bach (1685-1750) Air en Re, "Jesus bleibet meine Freude".



VIDEO COMPLETO


 

DISCURSO INTRODUCTORIO DE LA PRESIDENTE

DE LA IGLESIA LUTERANA DE VALDIVIA

PRONUNCIADO CON MOTIVO DEL CONCIERTO

 

Sólo un momento en la historia.

 

Cuando celebramos el lunes pasado los 50 años del Hogar Luterano en su casa - porque este hijo de la Iglesia Luterana ya es mayor, y bastante mayor, se independizó, no depende económicamente de nosotros como Iglesia y toma sus propias decisiones, como cualquier hijo, escuchando y respetando las opiniones de los padres en el mejor de los casos, siendo protegido por nuestras oraciones y apoyo permanente, pero debiendo también con responsabilidad asumir sus propios desafíos - me pregunté: ¿cual es el rol que todavía la iglesia cumple en su vida y para su futuro?.

 

Hace medio siglo, después del terremoto del año 1960, el sufrimiento que conmueve al pastor Niels Köerner y encuentra eco y voluntad bajo el liderazgo de Arnoldo Michaelis, la comunidad luterana inició este proyecto poniendo corazón, mente, voluntad, recursos y manos para trabajar en beneficio de aquellos que necesitaban con urgencia alimentos, protección, esperanza y educación. Y fue y es una obra exitosa, que se ha mantenido y multiplicado en cada niño y niña que en el Hogar encontró aquello que necesitaba.

 

Los tiempos cambian, hay otras necesidades e incluso otras exigencias. Para muchos hoy el problema de la alimentación y el abrigo ya está resuelto, pero en nuestra sociedad hay todavía más enemigos a veces escondidos y silenciosos y por lo mismo eventualmente más difíciles de atacar, que siguen siendo un flagelo para nuestra niñez: violencia, discriminación, abuso, falta de tiempo, exceso de internet, barrios donde faltan espacios de juego seguros, una sociedad alejada de la espiritualidad y la cercanía a Dios, poco protectora de la infancia, que confunde valores y le deja poco espacio a la niñez.

 

En este aniversario que celebramos con emoción por el recuerdo de esfuerzos compartidos y alegría por los resultados, como iglesia nos preguntamos ¿qué rol jugaremos para los próximos 50 años? El Hogar Luterano hoy es un hijo mayor, que nos tiene llenos de nietos. Todos los abuelos presentes en esta sala saben lo que eso significa, alegría y preocupación de la mano de cada nueva etapa. Pido a Dios que siempre nos de fuerzas, pasión y sabiduría para seguirlo acompañando y guiarlo hacia sus nuevas metas. Pero el Hogar no es una obra solo de la Iglesia Luterana, hace muchos años que es una obra de y para Valdivia y donde muchas personas, incluyendo ex alumnos, aportan con capacidades y trabajo.

 

Pido a cada uno de Uds, sea luterano o no, que estén a disposición para ayudarlo a continuar la tarea. El futuro no comienza mañana, el futuro ya está aquí, tiene 3, 4, 5 años y más, ya recorre los pasillos del Hogar, y necesita como siempre de corazones, mentes y manos generosas que brinden a los niños y niñas de Valdivia que lo necesitan afecto, valores, tiempo, paciencia, protección, música, juego, educación y nuevas oportunidades.

 

¡No podemos permitir nunca que el Hogar sea solo un momento en la historia. Atrás queda el terremoto del 60, hoy hay que enfrentar otros momentos de oscuridad!

 

Que los corazones valdivianos, sean corazones para los niños y niñas de Valdivia. Que Dios Bendiga a cada uno de Uds. y sus familias y especialmente bendiga a todos los que se preocuparon y preocupan de los niños, estos niños que por su vulnerabilidad Jesús ama especialmente.

 

 

 

Muchas gracias por acompañarnos en esta celebración y gracias a Don Luis González por permitirnos esta celebración con aquello que entre otras cosas nos caracteriza como luteranos: la música del órgano, que hace subir notas hacia lo alto, en permanente agradecimiento y alabanza por la gracia recibida.

 

 

 

¡Feliz cumpleaños y larga y abundante vida a la obra que hace el Hogar Luterano!.