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¿CUÁNDO BUSCAR AYUDA? (Ref. Guía Practica de ayuda para Est. Ed. Superior)

Es común que sientas dudas sobre si es realmente necesario pedir ayuda o cuál es la reacción que pudiesen tener los demás al hablar de lo que te sucede. Pero buscar ayuda siempre es bueno y puede ser el primer paso para comenzar a sentirte mejor. Algunas de las situaciones por las cuales debieras pedir ayuda:

• Te sientes más preocupado de lo habitual e irritable

• Te resulta muy difícil disfrutar de tu vida, te sientes muy triste o retraído

• Tienes pensamientos y sentimientos que te abruman e interfieren tus actividades cotidianas

• Te complica realizar tareas cotidianas, incluso aquellas que parecieran muy simples (por ej. preparar comida, aseo personal y otras)

• Has intentado hacerte daño o estás planificando hacerlo

• Estás dejando de comer, usas laxantes o vomitas para perder peso

• Estás consumiendo drogas o alcohol frecuentemente y de manera excesiva

• Tienes drásticos cambios en tu estado del ánimo, tus conductas o en tus hábitos de sueño

• Tienes intensos miedos y temores que te impiden realizar tus actividades.

• Te sientes muy pesimista respecto a tu futuro y tus planes.

• Estás atravesando por una situación compleja en tu vida y te cuesta sobrellevarla. Por ej. problemas académicos o económicos, una enfermedad grave, la muerte de un familiar o amigo, ruptura de relación de pareja.


SALMO 23 (NVI)

1 El SEÑOR es mi pastor, nada me falta;

2 en verdes pastos me hace descansar.

Junto a tranquilas aguas me conduce;

3 me infunde nuevas fuerzas.

Me guía por sendas de justicia

por amor a su nombre.

4 Aun si voy por valles tenebrosos,

no temo peligro alguno

porque tú estás a mi lado;

tu vara de pastor me reconforta.

5 Dispones ante mí un banquete

en presencia de mis enemigos.

Has ungido con perfume mi cabeza;

has llenado mi copa a rebosar.

6 La bondad y el amor me seguirán

todos los días de mi vida;

y en la casa del SEÑOR

habitaré para siempre.


SALMO 91 (NVI)

1 El que habita al abrigo del Altísimo

se acoge a la sombra del Todopoderoso.

2 Yo le digo al SEÑOR: «Tú eres mi refugio,

mi fortaleza, el Dios en quien confío.»

3 Sólo él puede librarte de las trampas del cazador

y de mortíferas plagas,

4 pues te cubrirá con sus plumas

y bajo sus alas hallarás refugio.

¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte!

5 No temerás el terror de la noche,

ni la flecha que vuela de día,

6 ni la peste que acecha en las sombras

ni la plaga que destruye a mediodía.

 


SALMO 5 (NVI)

1 Atiende, SEÑOR, a mis palabras;

toma en cuenta mis gemidos.

2 Escucha mis súplicas, rey mío y Dios mío,

porque a ti elevo mi plegaria.

3 Por la mañana, SEÑOR, escuchas mi clamor;

por la mañana te presento mis ruegos,

y quedo a la espera de tu respuesta.